El dólar se acerca al techo de la banda cambiaria y la economía argentina muestra signos de tensión. En una charla con LA GACETA, el especialista Gabriel Fridrij advirtió que el escenario no es sencillo y que las decisiones del gobierno tendrán efectos más lentos de lo esperado.
“La realidad es la que es: inflación, tipo de cambio, nivel de actividad, salarios y empleo marcan la cancha. El gobierno ha priorizado cuidar la inflación y el equilibrio fiscal, lo cual no está mal, pero hay un error de lectura sobre lo que realmente preocupa a la sociedad”, aseguró.
El economista destacó que la sociedad y las empresas empiezan a mirar más allá del control inflacionario. “Lo que pasó el domingo en Buenos Aires demuestra que las prioridades cambian. El dólar está cerca del techo, y eso le da al gobierno cierto margen para bajar tasas y estimular actividad y consumo. Pero esto no se reactiva de inmediato; las decisiones de inversión y consumo no son inmediatas, y la confianza juega un rol central”.
Fridrij también se refirió a las tensiones entre el mercado y el gobierno. “Mucho se dice que el mercado le está diciendo al gobierno que este tipo de cambio no es el adecuado. Luchar contra el mercado es muy difícil; todos somos parte de él. Si las políticas no generan los resultados esperados, es inevitable que haya un cambio en el esquema”.
El economista enfatizó la necesidad de reformas estructurales. “Hay que apuntalar la productividad, las exportaciones y la actividad industrial. No se puede abrir al mundo sin adecuar ciertas cuestiones internas, desde carga impositiva hasta costos laborales. Se necesitan medidas graduales y de shock, y un buen timing, algo que el gobierno no siempre ha logrado”.
Por último, destacó la desconexión entre la política económica y la realidad cotidiana: “Gobernar implica contacto con la calle, con empresas, comerciantes y consumidores. No son números fríos; hay miles de historias diferentes. Hubo un error de lectura, y ahora el desafío es corregirlo y enfocar donde realmente hay que hacerlo”.